miércoles, 30 de enero de 2013

Enero, nuevo año, nuevos amigos, nuevo todo

En este mes de enero ha sido un poco difícil comenzarlo, pero como dice Mariana, con la misma fuerza que me tumban, con esa misma fuerza me levanto y acá estoy levantándome y fortalecido.

Este año ha empezado con trabajo, hay cosas buenas y lo mejor es que todo puede ser. La ciudad esta un poco sola, y aún sigo sin entender porque la gente sigue pensando que soy americano o europeo, es tanto así que ya respondo cuando me llaman rubio, americano, español o italiano, los he tomado como mis nuevo nickname o apodos porque así me llaman.

En la primera semana de enero tuve la oportunidad de reencontarme con mi amigo Juan Pablo que regresó de Cuba, él es cubano. Y bueno hablamos mucho de lo que paso en diciembre y de sus aventuras en La Habana, ese mismo día que me encontré con él, decimos ir a caminar y encontramos con unos amigos de él y tomamos en un parque en la Zona Colonial, donde me presentaron a Nanita, Grace, Dionella, Amín y Pedro. Desde ese momento entramos en confianza y todo comenzó a ir mejor con ese grupo de personas, ellos son de Boca Chica y Santiago.

Por ahora no tengo días libres en mi trabajo pero ando más relajado de trabajo. En el trabajo también suelen decirme rubio, los clientes.

En el segundo fin de semana me reuní nuevamente con los nuevos amigos que conocí y fuimos a casa de Nanita para tomar mucho y de verdad que tomamos mucho y jugamos mucha cartas al estilo de este país.

Aún con 5 meses acá no logro entender con claridad lo que dicen los lugareños, hablan muy rápido y recortan todo, de hecho, en mi trabajo a veces tengo que pedir a un empleado lo que quiso decir el otro empleado porque no entiendo o cuando a veces un cliente me habla, también debo pedir ayuda.

En este tercer fin de semana de enero, fui a casa de Dionella a tomar mucho, fue tanto que ni recuerdo cuando caí dormido en la cama de Grace, ella estaba en Boca Chica, y tomamos tanto que hasta envíe mensajes indebidos a Yvette. Por cierto, hablando de Yvette, ya la extraño mucho y cuento las horas para que este acá conmigo. Ya falta menos, solo horas.

El día 21, lunes yo salí de mi trabajo y tenía una decisión importante que tomar, pero no fue hasta que salí del trabajo que yo decidí y luego corrí para llegar al Play (estadio de baseball) para ver la final entre Águilas del Cibao y Leones del Escogido, fui con una amiga Dory y un grupo de amigas de ellas y fue ahí donde conocí a Andrew y Rachel (ya les contaré sobre ellos).

En esa misma semana yo conocí a un modelo de Haití y ahí he compartido con él algunos días para ir al cine o para comer o para bailar con Rachel. Esta tercera semana de enero hay más que contar, pero en el próximo post lo contaré, ya me canse de escribir hoy. Además debo irme a mi asa a poner traje porque tengo un evento al cual me han invitado hoy y es con traje formal.

lunes, 28 de enero de 2013

El lento y tenebroso diciembre

Bueno comenzó el último mes del año y al parecer prometía lo mejor, porque ya estaba trabajando y sólo falta mudarme para estar completamente cómodo en este país, pero este mes trajo consigo muchas cosas impensables, indeseadas. Adicional a esto la gente sigue pensando que soy gringo o europeo, sin yo emitir ninguna palabra; creo que esto no lo voy a entender mucho.

Mi primera quincena de diciembre fue trabajar muchas horas porque estar a cargo de una tienda nueva, donde todo es nuevo lleva sus esfuerzos. Bueno estuve laburando por muchas horas durante casi todo el mes. Y todo transcurría normal en mis días, hasta eran iguales unos a otros. Recuerdo que el único día que fui a bailar, de la primera quincena, fue el 14 de diciembre que vinieron a la capital algunos amigos de Peace Corps, me invitaron a algo que se llama TeleOfertas o Carwash y esa noche baile mucho pero solo merengue y bachata que es lo más escuchado acá en este país, pero solo estuve un hora en el local porque estaba muy cansado y debía trabajar al día siguiente, aunque era viernes, yo necesitaba dormir.
 El primer sábado de las segunda quincena de diciembre todo se empezó a tornar raro y confuso en mi, pero yo con mi valor continúe, el domingo 16 aún peor la cosa, yo decidí  seguir, aunque con un solo pie. Pero el lunes en la mañana recibí la peor noticia que he recibido en muchos años, la cual me derrumbo por completo y hasta incrédulo me volví por ese momento. Esas primeras semanas después de recibir esa noticias tan terrible, no fueron nada buenas para mí, ni comía ni nada y vomitaba agua porque no contenía nada mi estomago.

Luego llego la navidad y me fui a una ciudad la norte del país que se llama Santiago, pero solo por esa noche a cenar en casa de mi amigo Ángel y sus mamás, pero el miércoles 26 ya estaba de retorno a la capital, me había regresado con mi jefe en su carro.

Luego una semana más de trabajo, el día 30 me fui a Santiago y me encontré con Seth allá y fuimos a casa Ángel para pasar esa noche ahí y resultamos tomando vino y comiendo unas cosas ricas que hizo Ángel con berenjena. Hasta que llegaría el día de fin de año y Seth y yo partimos a Cabarete donde pasamos la noche de Año Nuevo con nuestros amigos de Peace Corps. Lo mejor de este viaje fue relajarme después de un arduo mes de trabajo y reencontrarme con Yvette, apenas la vi, lo primero que hicimos ambos fue darnos un fuerte abrazo que duro algunos segundos, me atrevo a decir que en mucho tiempo no había dado un abrazo tan lleno de cariño de amistad. Recuerdo que ese día Yvette y yo hablamos muchísimo, hablamos lo que no habíamos hablado durante 2 meses. 

La noche de Año Nuevo fue en la playa con mucho alcohol y muchos fuegos artificiales, fue lo mejor, de verdad la pase genial en Cabarete, aunque no todo es color de rosa, pero la pase bien y comí mucho. Yo estaba regresando a capital el 2 de enero por la mañana porque debía trabajar y en mi regreso me quede en el bus con Susan y hablé con ella y me hizo votar lágrimas por las palabras de ella. Ella es una linda y buena chica que me dio consejos y opiniones acertadas sobre un hecho ocurrido en diciembre en mi vida. Bueno esto fue más o menos lo que recuerdo hasta el 2 de enero. Pronto viene más.

Noviembre flojo

Lo poco que recuerdo de noviembre es que a principio de noviembre Seth vino a quedarse en mi casa unos días antes de partir a su lugar de residencia y recuerdo que a fin de octubre fuimos a una fiesta muy loca de Halloween y yo estaba borracho, hasta en nivel de pegarle a muchas personas en su trasero con una espátula de cocina, posterior quite el sombrero a Charles y lo uso por un buen rato durante esa fiesta y recuerdo que después de la fiesta Seth y yo estábamos un poco enojados, pero algo momentáneo que solo duro minutos hahaha.

En este mes también hice entrevista a los futuros empleados que laboran actualmente conmigo en la tienda.

Tengo vagos recuerdo de noviembre, donde estaba un poco estresado y apresurado por comenzar a trabajar, pero no fue hasta fines de ese mes que comencé a trabajar y de que manera. Muy ajetreado fue todo, a fines de mes recuerdo que duro muchas horas conutinuas sin dormir porque yo estaba a cargo de la apertura de una tienda en Sambil Santo Domingo, hasta tuve que pedir refuerzo a Seth para que viniera a ayudarme, sin él saber que le esperaba, trabajar toda una noche hasta las 6 de la mañana.

Este realmente fue un mes de hacer siempre lo mismo, todos los días en mi casa y muy pocas cosas hechas, pero en diciembre fue el mes más lento, ya pronto lo relataré.

sábado, 26 de enero de 2013

La gente típica de la capital

Bueno vamos con la gente, acá la gente es muy rara, pero exageradamente rara. Todos miran raro a los extranjeros, y cuando yo no hablo piensan que soy italiano o español (porque me lo dicen o me hablan en italiano) y cuando hablo piensan que soy argentino o uruguayo, pero al decir que soy venezolano, no me creen. Es una total demencia. Y al saber que soy extranjero siempre quieren cobrarme más en todo, entonces me toca hablarles de manera local, aunque es difícil, para que no te cobren más o decir que tengo acá miles de años. 

La gente acá se le dice "CAPITALEÑO" por ser de la capital. Su hablar es bastante particular, ellos dicen L en lugar de R y L en lugar de R (ejemplo: verde = velde o el azul = er azur). Hablan tan rápido que a veces no logro comprender y si pedis que te repitan porque no entendés, entonces van a gritar la misma frase como si uno fuera sordo. 

La gente acá habla hasta por los codos, literalmente. Estás en cualquier lugar y comienzan a hablarte sin conocerte u opinan sobre una situación en particular. Y cuando me pierdo y trato de preguntar, las señoras son capaces de llevarme al lugar a donde voy por temor a que yo me pierda, son adorables algunas abuelitas. 

La ciudad es muy ruidosa, todos gritan y puedo escuchar lo que hablan las demás personas mientras camino, porque es muy alto su tono de voz. El ruido no solo proviene de las personas, sino también de las motos y de los equipos de música que están encendido todo el día y todos los días a full volumen, sin importar el día. El día domingo, que en teoría es de descanso, acá es de fiesta, ya que es el día que más bailan, toman cerveza y escuchan música hasta altas horas de la noche y hasta podes ver grupo de música en vivo en la calle. El jugar dominó en esta ciudad parece ser el atractivo principal de los habitantes, es lo que hacen durante muchas horas a la semana. 

Es común que las mujeres acá salgan a la calle con sus rollos (tipo Doña Florinda de El Chavo) y con una malla en la cabeza, por qué? No sé. Y las peluqueras son unas verdaderas artistas, hacen magia con las trenzas en la cabeza de las personas, producen unos estilos que nunca antes vi. 

Usar shorts no es típico en esta ciudad, lo que utilizan son los extranjeros visitantes o algunas personas los fines de semana. Y yo me niego a usar pantalón largo con este calor de locos. 

Pronto les cuento más, por ahora estaré 5 semanas, literalmente, solo.

La ciudad y su rareza

En esta ciudad se respira de todo, cuando camino por la calle puedo ver gente que me mira de manera extraña porque saben que no soy de acá. A pesar de que hablan español, como yo, no puedo entender mucho porque es muy rápido y raro su hablar, espero poco a poco poder entenderlos. 

Al caminar por el centro, yo suelo reirme mucho porque hay cientos de personas gritando lo que venden y con su acento tan gracioso, y ahí siguen mirándome de manera extraña. También es común que me ofrezcan sexo en la zona histórica, tanto hombres como mujeres. Cuando camino es normal que yo este transpirando litros de sudor, y debo andar con mucha agua en mi mochila. 

El transporte es una total locura en la ciudad, para empezar no hay un sistema de transporte público, solo hay algo que llaman "Güagüa" que es como una especie de camioneta tipo "van", pero chatarrizada donde va un hombre colgado de la puerta gritando a los destino que va, ese hombre se le dice "COBRADOR" y al que maneja la guagua se le llama "GÜAGÜERO". También hay carros públicos (carro común destartalado que monta a 7 u 8 personas, cuando realmente entran sólo 5). Cuando querés quedarte en algún lugar solo tenés que gritar DÉJAME. Lo que medio funciona es un autobús que puede ser articulado o no, que llama "La Omsa" y a veces tienen aire acondicionado, esos tienen sus paradas establecidas, pero adentro no funciona el timbre para avisar la parada y debes gritar también, DÉJAME, pero como si estuvieras en una gallera. La ciudad también tiene un sistema de Metro, bastante bueno pero solo abarca pocas áreas de la ciudad, es muy pequeño el recorrido. El Metro es muy moderno para lo que podés esperar. 

Cuando vas a abordar la "güagüa" el cobrador casi que te sube a las fuerzas y poco le entiendes lo que dice, y una vez adentro podés ver que hay asiento para 10 ó 15 personas y realmente hay como 20 ó más personas, unos encima de otros, literalmente COMO SARDINAS EN LATA. 

Pronto les cuento un poco más sobre las visitas a la playa y otros recorridos por esta ciudad.