lunes, 28 de enero de 2013

El lento y tenebroso diciembre

Bueno comenzó el último mes del año y al parecer prometía lo mejor, porque ya estaba trabajando y sólo falta mudarme para estar completamente cómodo en este país, pero este mes trajo consigo muchas cosas impensables, indeseadas. Adicional a esto la gente sigue pensando que soy gringo o europeo, sin yo emitir ninguna palabra; creo que esto no lo voy a entender mucho.

Mi primera quincena de diciembre fue trabajar muchas horas porque estar a cargo de una tienda nueva, donde todo es nuevo lleva sus esfuerzos. Bueno estuve laburando por muchas horas durante casi todo el mes. Y todo transcurría normal en mis días, hasta eran iguales unos a otros. Recuerdo que el único día que fui a bailar, de la primera quincena, fue el 14 de diciembre que vinieron a la capital algunos amigos de Peace Corps, me invitaron a algo que se llama TeleOfertas o Carwash y esa noche baile mucho pero solo merengue y bachata que es lo más escuchado acá en este país, pero solo estuve un hora en el local porque estaba muy cansado y debía trabajar al día siguiente, aunque era viernes, yo necesitaba dormir.
 El primer sábado de las segunda quincena de diciembre todo se empezó a tornar raro y confuso en mi, pero yo con mi valor continúe, el domingo 16 aún peor la cosa, yo decidí  seguir, aunque con un solo pie. Pero el lunes en la mañana recibí la peor noticia que he recibido en muchos años, la cual me derrumbo por completo y hasta incrédulo me volví por ese momento. Esas primeras semanas después de recibir esa noticias tan terrible, no fueron nada buenas para mí, ni comía ni nada y vomitaba agua porque no contenía nada mi estomago.

Luego llego la navidad y me fui a una ciudad la norte del país que se llama Santiago, pero solo por esa noche a cenar en casa de mi amigo Ángel y sus mamás, pero el miércoles 26 ya estaba de retorno a la capital, me había regresado con mi jefe en su carro.

Luego una semana más de trabajo, el día 30 me fui a Santiago y me encontré con Seth allá y fuimos a casa Ángel para pasar esa noche ahí y resultamos tomando vino y comiendo unas cosas ricas que hizo Ángel con berenjena. Hasta que llegaría el día de fin de año y Seth y yo partimos a Cabarete donde pasamos la noche de Año Nuevo con nuestros amigos de Peace Corps. Lo mejor de este viaje fue relajarme después de un arduo mes de trabajo y reencontrarme con Yvette, apenas la vi, lo primero que hicimos ambos fue darnos un fuerte abrazo que duro algunos segundos, me atrevo a decir que en mucho tiempo no había dado un abrazo tan lleno de cariño de amistad. Recuerdo que ese día Yvette y yo hablamos muchísimo, hablamos lo que no habíamos hablado durante 2 meses. 

La noche de Año Nuevo fue en la playa con mucho alcohol y muchos fuegos artificiales, fue lo mejor, de verdad la pase genial en Cabarete, aunque no todo es color de rosa, pero la pase bien y comí mucho. Yo estaba regresando a capital el 2 de enero por la mañana porque debía trabajar y en mi regreso me quede en el bus con Susan y hablé con ella y me hizo votar lágrimas por las palabras de ella. Ella es una linda y buena chica que me dio consejos y opiniones acertadas sobre un hecho ocurrido en diciembre en mi vida. Bueno esto fue más o menos lo que recuerdo hasta el 2 de enero. Pronto viene más.

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